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jueves, 12 de julio de 2018

Electric Monolith : la magia de la pausa en el hard psych


Durante la última década, el heavy psych ha sido un estilo preponderante en los diversos circuitos subterráneos e independientes del rock en España. Prisma Circus, Lewis & The Strange Magics, The Mothercrow, Cachemira, Wicked Wizzard y Green Desert Water son tan sólo algunos nombres de aquellas bandas ibéricas que se han animado a retomar el viejo sonido del rock ácido de la psicodelia pesada para crear nuevas melodías sin perder aquel sabor a energía, interpretación e imaginación. Hace algunos meses fue publicado el álbum debut de otra banda dentro de este marco sonoro, así que era imposible que Earthquaker los dejara pasar de largo.

Formados desde 2015 en Barcelona, Electric Monolith es un power trio en toda la extensión de la palabra, pues tan sólo con el poder de la tríada maldita de guitarra-bajo-batería recrean paisajes auditivos llena de sonidos estridentes, figuras melódicas adictivas y ritmos entrecortados salvajes que incitan al baile y al escape emocional. Mientras sus notas vintage se escapan por las bocinas, los fuertes colores iluminan la estancia hasta saturar la vista entre psicodelia y relámpagos deslumbrantes que demuestran energía e intensidad.


El equilibrio de Electric Monolith se encuentra en el triangulo equilátero. Oscar Chamorro se encarga de las ráfagas de notas en la guitarra Stratocaster, el soporte melódico por medio de los tonos graves de las cuatro cuerdas está en Ramón Viña y la fuerza peculiar de las percusiones que constantemente buscan su espacio propio pertenecen a Pepo Villena. Al ser un power trio, su base se encuentra de manera obvia en el hard blues eléctrico de finales de los años sesentas que terminó floreciendo por diversos senderos como la psicodelia, el heavy metal y el hard rock; elementos todos fundamentales para el sonido del grupo.

Sin embargo, las más allá del estilo característico de una banda enmarcada en este estilo, Electric Monolith se distinguen claramente del resto por una peculiaridad: el silencio. Pocos grupos emplean las pausas sin sonido para alcanzar mayor intensidad a sus composiciones, aunque de manera paradójica, este elemento es fundamental en el blues más clásico. El trío de Barcelona lo asimila de manera perfecta para crear temas entrecortados que provocan la zozobra y la atención del oído congestionado por un género lleno de ruido descontrolado que persigue tan sólo el virtuosismo o acaso la saturación sonora por temor al espacio vacío.


Electric Monolith entró al estudio La Atlantida a principios de de 2017 para grabar su álbum debut, un material realizado completamente por la propia banda (un elemento que genera mayor valor al resultado final). Bajo el nombre de Resurrect the dead y una mágica portada realizada por Jalón de Aquiles que muestra la obligada referencia de la gran piedra de Stanley Kubrik en un ambiente galáctico, encontramos diez tracks que asimilan el hard blues de Cream, Hendrix y Led Zeppelin con la fuerza obscura de Black Sabbath y la energía eléctrica del proto-metal de Budgie.

Sin perder por un solo instante su sonido propio, Resurrect the dead intenta delimitar algunos caminos por los cuales recorrer para no ser devorado por un estilo que al final pudiera sonar repetitivo durante toda la placa. El definido riff de "Hole in the sky" nos instala en el hard psych que ha abanderado en la actualidad Radio Moscow pero con un obligado paseo especial que termina varado en los agujeros negros contenidos en cada una de sus estrofas que bien pueden ser comparados con las pausas que se escuchan en "Tainted will", tema que nos regala también aquel estribillo y solo de guitarra clavados en el Black Sabbath fundamental. El hard rock ácido heredero del blues eléctrico lo podemos degustar en "The lonesome road" con todo y sus twin-guitars muy cercanas a Thin Lizzy, pero al mismo tiempo nos podemos deleitar con el sentimiento a baja velocidad de "Still remember" por medio de atmósfera melancólica que nos permite encontrar a una banda con mayores posibilidades melódicas que las escuchadas en el resto del material.


El primer sencillo del debut de Electric Monolith es "Shade of sorrow", un tema que enamora desde la ansiedad de su riff inicial y los juegos de percusiones que se escuchan atrás de él. Con una línea melódica en las vocales que nos remiten al viejo Ozzy o acaso al primer Wolfmother, el power-trio de Barcelona nos sumerge en un tufo vintage lleno de obscuridad que sin saturar el panorama sonoro de ruido permite a cada instrumento lucir y demostrar lo que está haciendo como piezas de rompecabezas integrándose para alcanzar la unidad con sus características propias. Densa pesadilla que nos adentra a los abismos de la mente para penetrar las neuronas y visualizar qué ocurre en ellas, fuerte viaje ácido que nos hace resbalar por los pasillos de nuestro interior hasta la pérdida del control, un encuentro de frente con el dolor, la pena y el pesar. La aguja de la guitarra inyecta en nuestras venas su venenoso contenido mientras el bajo tan sólo sirve de vaga referencia de aquella cueva por donde nos hemos internado. Las percusiones tribales golpean sin cesar a lo lejos, pero bien sabemos que hemos perdido la batalla contra nosotros mismos...


Una espiral en movimiento con la intensión de provocar vértigo nos da la bienvenida al trabajo visual que sirve de promoción para "Shade of sorrow". Entre sombras e imágenes sobrepuestas alcanzamos a distinguir a los tres miembros de Electric Monolith, aunque el poderoso efecto de pirámide logra hacernos entender que la triada es la base para el concepto auditivo y visual de la banda. Fractales, neblina y espejos recrean un ambiente místico y psicodélico donde la interpretación del track por el grupo se convierte en el centro de la colección de imágenes; un recuerdo vivo de aquellos viejos trabajos de la televisión antigua que mostraba a los grupos tocando en las trasmisiones en vivo y los camarógrafos aplicaban los más diversos efectos para darle mayor emoción al espectador lejano al escenario.


Electric Monolith está aquí y ahora está sobre los escenarios demostrando lo que sabe hacer de manera directa. El grupo ha compartido espacio con gente como The Wizards, The Necromancers, Colour Haze y próximamente lo harán con Ruby the Hatchet y Doctor Doom, lo que nos habla de una banda con excelentes referencias sonoras para formar parte de buenos carteles. Sin embargo, a nosotros como público nos toca escuchar detenidamente el Resurrect the dead para exprimir de él todo el jugo que contiene y todos los elementos propios que ayudan a alimentar a una escena tan competida como la del heavy psych, además de disfrutar de aquellos sonidos inspirados en el pasado que hoy son retomados para crear nuevos tesoros y nuevas vibras auditivas...


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